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Con la llegada de marzo, empezamos a notar los primeros signos de la primavera: días más largos, temperaturas más suaves y una mayor exposición a la luz solar. Este cambio estacional, aunque muy esperado, también puede afectar a nuestro cuerpo. Cansancio, alergias, cambios de humor o alteraciones del sueño son algunos de los síntomas que muchas personas experimentan durante esta transición. ¿Cómo podemos prepararnos para recibir la primavera con energía y bienestar?
1. Refuerza tu sistema inmunológico
En primavera, aumentan los alérgenos ambientales como el polen. Además, el cambio de temperatura puede hacer que nuestro sistema inmune esté más vulnerable. Aumenta el consumo de frutas y verduras ricas en vitamina C (kiwi, fresas, naranjas) y zinc, y valora suplementos si notas bajadas de defensas.
2. Mejora tu descanso
Con los cambios de luz y horario, es posible que notes alteraciones en tu sueño. Intenta mantener una rutina regular, evita pantallas antes de dormir y crea un ambiente relajante para favorecer un descanso reparador.
3. Haz una depuración suave
Después del invierno, es normal sentir el cuerpo algo más pesado. Sin necesidad de hacer dietas estrictas, puedes incluir infusiones depurativas (como alcachofa o diente de león), beber más agua y reducir azúcares y grasas saturadas para ayudar al hígado y los riñones a funcionar mejor.
4. Cuida la piel desde dentro y por fuera
La piel también nota el cambio de estación. Hidrátala bien, protégela del sol si ya pasas más tiempo al aire libre y recuerda que una buena alimentación rica en antioxidantes también influye en su aspecto.
5. Muévete al aire libre
Aprovecha los días más largos para salir a caminar, hacer deporte o simplemente pasar más tiempo al sol. Esto mejora el estado de ánimo, activa la circulación y ayuda a regular los ritmos biológicos.
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