El cepillo de dientes, de diferentes formas, colores y durezas, es la herramienta básica de la higiene bucodental diaria. Gracias al cepillo conseguimos eliminar los restos de alimentos, la acumulación de placa en la superficie de los dientes y, por lo tanto, es posible conseguir unos dientes limpios y prevenir la aparición de patologías como la caries o la gingivitis.  

¿Eres de ese tipo de personas que utiliza el mismo cepillo de dientes hasta que los filamentos están muy desgastados? ¡ERROR! El cepillo de dientes debe cambiarse, como mínimo, cada tres meses. En el post de este mes te explicamos por qué. 

Motivos principales: 

Tal y como te hemos mencionado anteriormente, el cepillo de dientes debe cambiarse, al menos, cada tres meses. También se recomienda hacerlo después de pasar un resfriado, una gripe o el COVID-19. De la misma manera, es recomendable cambiarlo cuando las cerdas se deterioran o por ejemplo, después de un viaje. 

Si las cerdas están muy deterioradas, los dientes no se pueden cepillar correctamente, y entonces la acumulación de placa en la boca tiende a aumentar. De la misma manera, estos filamentos pueden acumular bacterias y microorganismos que pueden pasar a la boca y provocar infecciones o enfermedades.  

Además, es muy importante guardar el cepillo de dientes con el tapón puesto, en posición vertical, evitando el contacto con el resto de cepillos y alejado del lavabo o sanitario. 

Los cambios de estación, que suceden cada 3 meses, son el momento perfecto para cambiar de cepillo. Recuerda que a la hora de escogerlo hay que tener en cuenta las características bucodentales de cada uno. ¡Lo más importante es utilizar uno que se adapte a tus necesidades y aplicar una técnica de cepillado correcta! 

Si tienes alguna duda sobre tu higiene bucodental diaria o la técnica de cepillado que debes de seguir, ¡estaremos encantados de resolverla! ¡Pregúntanos en la farmacia! 🙂