Si sientes las piernas cansadas de manera habitual, habrás notado que esa sensación aumenta con las altas temperaturas del verano. Si es así, puede que sufras algún grado de Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una enfermedad causada por la incapacidad de las venas para devolver la sangre al corazón, debido a un mal funcionamiento de las válvulas. Esto provoca un estancamiento de sangre en las venas y la aparición de varices.

Algunos de los síntomas de la insuficiencia venosa crónica son: dolor, pesadez, cansancio, prurito, hormigueo, calambres nocturnos, entre otros. 

El calor, el sedentarismo, el alcohol y el tabaco son algunos de los factores de riesgo

Hay varias causas y factores en el desarrollo de estos problemas circulatorios y la consecuente aparición de varices:

  • Edad
  • Antecedentes familiares
  • Retención de líquidos
  • Obesidad
  • Sedentarismo
  • Alcohol y tabaco
  • Profesiones (estar sentado o de pie, o trabajar cerca de fuentes de calor)
  • Factores hormonales: anticonceptivos, menopausia
  • Embarazo
  • Existencia trombosis venosas previas
  • El 30% de la población española sufre algún síntoma relacionado con la IVC
  • El 60% no está ni diagnosticado ni tratado

La prevención y el tratamiento correcto es esencial para evitar la evolución de esta patología y complicaciones graves a largo plazo. Es un error no tratarlo como una patología y resignarse a vivir con ello, ya que puede llevar a complicaciones más graves que se pueden evitar empezando un tratamiento lo antes posible.

Cremas, medias o cápsulas ¿qué es mejor? 

Para la prevención y tratamiento, los especialistas suelen recomendar adquirir una serie de hábitos que regularmente mejorarán los síntomas. Empezando por dieta y deporte para bajar peso, y pasando por medidas posturales: evitar permanecer sentados o de pie mucho tiempo, dar pequeños paseos diariamente y, cuando no se camine, elevar las extremidades inferiores. En casa, también podemos hacer ejercicios y automasajes para mejorar la circulación, elevar las patas de la cama 10 cm y poner las piernas en alto siempre que estemos tumbados. 

En cuanto a tratamientos de aplicación directa, existe una gran variedad de productos tópicos en forma de crema hidratante ideales para realizar automasajes. Las cremas favorecen la hidratación y el cuidado de la piel y se aplican mediante un masaje en sentido ascendente favoreciendo el retorno venoso. La clave está en los componentes calmantes, venotónicos y refrescantes que activan la circulación y alivian los síntomas de la IVC. En este vídeo puedes aprender en detalle cómo hacer un automasaje para aliviar la pesadez de piernas. 

También resulta beneficioso realizar baños de contraste con agua fría y caliente que ayudará a activar la microcirculación de las piernas. Otra opción efectiva son las terapias compresivas con medias elásticas de compresión.

Por otro lado, ayudarás a aliviar la sensación de piernas cansadas añadiendo alimentos drenantes en nuestra dieta y complementos en cápsulas que contengan bioflavonoides o plantas como el rusco y el castaño de indias, que potencian la resistencia capilar, curan edemas y reducen la hinchazón.